Espirales mentales en una taza de café. Parte 1.

va a ordenar algo? solo agua porfavor, entonces continuó escribiendo sus notas en aquella libreta que encontró un día de agosto después de su cumpleaños, completando frases sin sentido para sus semejantes, relataba su historia, como un diario de pensamientos que hacían eco en su cabeza.

Ya no recuerdo cuando fué que se hizo costumbre dejar sus habitos de adolecente, siempre cambiando sus ideales por influencias que le enfadaba seguir.

Un día me mostró que podía dejar todo aquello que le hacía sentirse bien, --resplandeciente ante las luces de su ego-- sólo continuó con su nueva forma de oculrse ante sus problemas, desgarraba casi todas las formas de crear textos, sólo para interpretar lo que sentía, le funcionaba como terapia para leer su personalidad y encontrar los demonios que cada noche atormentaban su privacidad mientras ésta no le hacia falta, al contrario, odiaba estar solo y tener que verse en el espejo que le regaló un amigo, para que encontrar su ser auténtico.

Escusaba su comportamiento con frases que leía en otros textos y las hizo tan suyas que parecía ser una persona sensata ante mis ojos, después de 2 americanos tomó sus objetos y partió a su hogar.

Unos días después, volvió a tomar aquel archivo de pensamientos, esperando la lluvia de ideas que se escondía en una mente despejada de inspiración, llena de peocupaciones. Ordenó le sirvieran café para alarmar sus sentidos y empezar a inspirarse por medio de las alteraciones nerviosas que genera esta mezcla de sustancias, no pasó nada; entonces decidió leer artículos crudos, en plantillas de periódicos de internet, perdió la sensación de tranquilidad que había logrado obtener, tras varios años de no acceder a las notas informativas de la ciudad donde habitaba, sintió una repulsión hacia sus semejantes entre las notas de aquellas publicaciónes horrendas, que esparcían los periódicos en todo el territorio --como plaga que anuncia la decadencia de la generación en degeneración-- de pronto un anuncio de cigarros lo obligó a pedir una caja de esta sustancia que mata el sueño, a su alrededor trozos de carne llenos de influencia, marcada por el control mediático que nos envuelve en las garras de la mediocridad con el consumismo compulsivo, sonó el teléfono móvil, una llamada equivocada, le llamó la ateción el hecho. Cómo era tan irrelevante su prescencia para sus semejantes, que hacía ya tiempo que nadie trataba de comunicarse con él, no le dió importancia, escribió unos párrafos quejandose de su inconfomidad, tomo sus cosas y se retiró.

Veinte dias después se encontraba ofuscado por la impaciencia, temía no haber sido una persona importante para la mujer que le había causado un estruendo en sus pensamentos, obligado a dedicarle algo más que su tiempo, y es por eso que escribe entre líneas, pretendiendo esquivar esa necedad de su compañía, no ha creado algo más que notas en un laberinto de la añoranza,
lejos de pensar otro tema que no lo saque de esta espiral --como crema diluyendose en la taza café de cada día-- dió un sorbo para quitarse el sabor amargo, pero con el café solo consigió acentuarlo, volteó a su alrededor, sólo humo de cigarro abrazandolo en una nube de incertidumbre, se levantó, pensaba un poco y se hacían presentes conocidos de su infancia, sin embargo no hizo ademanes de querer socializar, un respiro y toma asciento, miró el reloj de pulso que le obsequió un familiar lejano e hizo mención de pensamientos acerca del reloj, su vestimenta dejaba algo más que desear, al salir de casa, no se esmeró en su imagen sólo en sus pensamientos, pero estos no dejaron de exigirle satisfacción, no lo consiguió, se terminó el café y se retiró depués de haber pagado el consumo de su cuenta.

Al llegar a su habitación fumó un poco de hierba, encendió su reproductor de discos compactos y cayó en su lecho, 4 paredes enmudecidas, luces rojas recalman temor en el cielo, el rugido de truenos conquistan el silencio, se levantó y bebió media botella de agua de un sólo trago, lo que le causaría mareos que terminaron dejándolo desmayado.

En el piso durante casi 4 horas, intuyó que debía salir a tomar aire, al caminar de noche dió vuelta en un calle donde dialogaban 2 oficiales con una pareja recargados en un automóvil, el prestigiado vehículo denotó a su poseedor, como una persona de alto nivel económico, al pasar a un costado del acontecimiento, uno de los oficiales se percató de su prescensia y lo cuestionó hacerca de lo que hacía a esa hora de la madrugada, solo respodió:
--salí a tomar aire.

Le revisaron las pertenencias que portaba y encontraron un hitter. El oficial peguntó:

--que es esto?
--es un silbato para perros.
--pero, no veo que estés paseando a nunguna mascota.
--no oficial, mi perro esta dormido.
--siga su camino y ándese con cuidado.
--esta bien oficial.


Después de haberse zafado de la situación regreso a su cuarto reprochandose,
--Porque tuve que salir?

Al día siguiente no salió de su dormitorio hasta tarde, se vió con un amigo en un café y empezó una historia que no tiene más que decir:

No puedo dejar de pensar en ella, otro fracaso se ha sumado a la lista de entradas en este blog.
La sencillez con la que me he enmudecido los pensamientos es algo más que un simple capricho.